Se ha dado a conocer la muerte de uno de los grandes iconos de la historia del rock’n’roll, el pianista y cantante Jerry Lee Lewis, uno de los nombres imprescindibles de la edad dorada.

Ha fallecido uno de los grandes del rock’n’roll de los cincuenta a la edad de ochenta y siete años. Nombre imprescindible, incendiario y provocador, Lewis era un torbellino en directo y un músico cuya reputación de salvaje fue más allá de los escenarios.

Conocido por sus grandes éxitos, Lewis se mantuvo en activo durante décadas y su leyenda se forjó junto a las de otros grandes como Elvis Presley, Chuck Berry, Carl Perkins o un Little Richard que falleció en 2020.

Nacido en Louisiana de una familia pobre, su vida estuvo cargada de problemas, escándalos –especialmente a partir de haberse casado con su prima de trece años, quien fue la tercera de una larga lista de esposas– y adicciones, lo cual no impidió que tanto por su forma de tocar, su fiereza, su vibrante voz, su marcado acento sureño y un puñado de canciones de gran éxito le convirtiesen en uno de los grandes.

Su carrera en solitario incluyó muchos trabajos –alrededor de cuarenta álbumes entre obras en estudio, directo, duetos, etcétera, sumando sus discos de rock’n’roll y los de country– desde los tiempos de Sun Records, llegando incluso a formar un supergrupo junto a Johnny Cash, Elvis Presley y Carl Perkins en sus inicios.