La banda británica Paradise Lost, considerada pionera del gothic doom junto a los también ingleses My Dying Bride y Anathema, vive hace años una segunda etapa dorada. Atrás queda su época más experimental –en especial, durante la segunda mitad de los noventa– en la que flirtearon con el pop electrónico; aunque diera como fruto discos tan interesantes como “One Second” y “Host”.

En cualquier cosa, actualmente ya no hay excusa para argumentar que han cambiado demasiado: musicalmente han regresado a la inconfusible combinación de armonía y pesadez de sus inicios –sus últimos álbumes suenan mucho más contundentes que los clásicos “Icon” y «Draconian Times”, por ejemplo–; y si hablamos de su versión en directo, han mejorado bastante respecto a tiempos pasados, en los que no lograban trasladar al escenario la mezcla de densidad y groove de su sonido.

Ahora traen a los escenarios de nuestro país su último disco “Obsidian”, publicado en el año 2020 pero que no habían podido presentar en directo debido a la pandemia. Un largo retraso que, siendo justos, no debería jugar en su contra, sino todo lo contrario.

Para ello, han programado hasta cuatro fechas en la península: Bilbao (17 de octubre, Santana 27), Barcelona (18 de octubre, Sala Apolo), Murcia (19 de octubre, Garaje Beat) y Madrid (20 de octubre, La Riviera); cuatro noches en las que estarán acompañados por los barceloneses Obsidian Kingdom, a quienes se sumarán en Madrid Evergrey, Fractal Universe y Virtual Simmetry.

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